Descripción enviada por el equipo del proyecto. Vistas del Cerro Grande es un asentamiento irregular ubicado en la periferia al sureste de la ciudad de Chihuahua. Sus características eran muy específicas y particulares ya que carecía de servicios e infraestructura urbana. La inseguridad generalizada en la ciudad y la falta de espacios públicos convirtieron este barrio en una zona conflictiva y peligrosa.
En respuesta a esta situación, el gobierno en turno promovió la construcción de 3 proyectos de carácter comunitario que apoyaran el desarrollo de la zona con la intención de promover la seguridad y el bienestar de los habitantes. Se construyeron un centro comunitario, un centro de salud y un centro deportivo, buscando atender estos temas prioritarios.
El proyecto del centro comunitario vistas del Cerro Grande se desarrolla a partir de 3 puntos importantes: El usuario, el programa y su localización geográfica.
El complejo se encuentra rodeado por una serie de montañas que lo contienen. La visual desde cualquier punto del centro comunitario mira a una montaña. Al poniente, el Cerro Grande una montaña icónica de la ciudad, al sur una pequeña cordillera, al oriente la Sierra de Santa Eulalia y el Norte la Sierra de Nombre de Dios.
El hecho de estar emplazado entre estos elementos naturales se convierte en una relación de focos visuales que intervienen en el proceso de diseño, buscando que los edificios simulen o representen las mismas montañas y a su vez dialoguen con ellas y entre sí.
A partir de las relaciones entre espacios, los recorridos diarios y las relaciones visuales existentes en el sitio, partimos de unos ejercicios conceptuales por medio de capas de información física del lugar en interconexión con el recorrido del sol a través del día y durante el año.
El programa arquitectónico nos permitió “romper” el edificio y buscar tener una serie de espacios construidos, distribuidos en el vacio de los recorridos visuales, y peatonales que la gente transitaba en el día a día. La intención de romper este espacio tenía como objetivo evitar un edificio masivo en un contexto donde la escala y la estructura es muy horizontal y muy pequeña.
Los resultados obtenidos del proceso conceptual fueron las localizaciones precisas por donde el sol y la gente transitaba, lo cual nos permitió partir nuestro proceso de diseño a partir de los espacios exteriores que debían mantenerse y localizamos lo construido en los espacios vacios.
Cada volumen responde a una función en el programa arquitectónico. Estos objetos efímeros toman materialidad buscando determinar una arquitectura
básica en sus procesos la cual fuera comprendida y asimilada por el usuario. Por el carácter de periferia y vivienda precaria que prevalece en el entorno urbano decidimos utilizar materiales tradicionales, de simplicidad constructiva como lo son los muros de piedra de corte, un sistema tradicional de la región. La rugosidad, la caprichosidad del material y la decisión de quien construye el muro descubren en el día a día una arquitectura diferente determinada por los mismos elementos que conceptualmente la definieron.